10.11.2017.- Algo más de dos kilómetros es la distancia que
separa el casco urbano de Siete Aguas de su apeadero de RENFE. Una distancia
que, después de años de reivindicaciones, podrá finalmente ser recorrida de
forma segura por los vecinos y vecinas, gracias al compromiso asumido por la
Diputació de València de construir una vía ciclopeatonal a lo largo de la
carretera que llega al municipio desde la A-3 y en cuyo trazado se encuentra el
acceso al apeadero.
Para avanzar en la tramitación del proyecto, cuya redacción
ya ha sido encargada, el diputado de Carreteras, Pablo Seguí, ha estado
recientemente en el municipio acompañado por los técnicos del área para, junto
a su alcalde, Santiago Más, planificar el mejor trazado de la futura vía
ciclopeatonal. Tal como se ha puesto de manifiesto en el encuentro, la creación
del nuevo carril requeriría ampliar el ancho de la plataforma de la CV-388, lo
cual podría plantear dificultades en el desarrollo del proyecto. “Para
minimizar estas dificultades, hemos estado valorando la posibilidad de utilizar
en algunos puntos del recorrido infraestructuras ya existentes, como el
histórico Puente del Real”, ha detallado Seguí.
La parada de tren de Siete Aguas forma parte de la línea de
cercanías C-3 que conecta Valencia con Utiel, y la forma más directa y rápida
para llegar hasta ella es la CV-388, cuyos arcenes son en gran parte de su
trazado demasiado estrechos para poder ser utilizados por los peatones en
condiciones de seguridad. Esto obliga a los vecinos y vecinas que deben llegar
hasta el apeadero a compartir calzada con los vehículos que transitan por ella,
con el consiguiente peligro para su seguridad.
Esto llevó hace ahora cuatro años al Ayuntamiento de Siete
Aguas a, con la colaboración de un grupo de voluntariado local, impulsar la
señalización y adecuación de una vía alternativa para llegar al apeadero. El
llamado entonces “Camino al Tren”, si bien evitaba en gran parte del trazado la
carretera, aumentaba en más de un kilómetro la distancia a recorrer y, en
algunos puntos, dirigía a los peatones por zonas no iluminadas de campo y
monte, por lo que su uso es muy escaso.
Por este motivo, el alcalde de Siete Aguas considera que “la
creación de una vía ciclopeatonal a lo largo de la CV-388 es, para Siete Aguas,
un gran avance en materia de seguridad vial que alcanza a todos los vecinos y
vecinas de Siete Aguas, ya que no sólo estamos hablando de las personas que se
tienen que desplazar a pie para coger el tren sino también de aquellas que
utilizan la carretera para desplazarse hasta las urbanizaciones de la zona sur
del municipio o, simplemente, para pasear”.