Actuación destacada del diestro de Requena que dejó buenos lances con el capote y brilló con la muleta en la mano izquierda.
Tarde agradable en la localidad conquense de Minglanilla, aguantó la lluvia que amenazaba por la mañana y el viento no molestó demasiado a la hora de mover las telas. Buen ambiente en los tendidos de su plaza de toros que registró una gran entrada con público llegado desde Requena y Valencia para ver a Jesús Duque.
Y el torero no defraudó a sus seguidores. Le tocó en suerte un novillo que tuvo movilidad y clase en sus embestidas, pero que anduvo falto de fuerzas. Labor muy meritoria y templada de Duque para aguantar al novillo de Ignacio Frías y que rompiera a más en la faena de muleta.
Se lució el de Requena desde el saludo capotero, hilvanando despaciosas verónicas que remató con una media en el centro del ruedo, provocando los primeros olés y aplausos en su actuación.Ya con la muleta, Duque dio mucho mimo al de Ignacio Frías, con un comienzo muy torero y de gran plasticidad que hizo entrar al público en la faena desde el primer momento. Comenzó a sonar la música, y al compás del pasodoble las series fueron de más a más.
Se gustó con la muleta en la mano derecha, pero cuando tomó la izquierda brotaron naturales excelsos abrochados con maestría en los remates al hombro contrario. Faena medida y maciza rematada con un buen espadazo. El público pidió mayoritariamente las dos orejas que Duque paseó en una clamorosa vuelta al ruedo.
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