El envío masivo de almendra californiana, una práctica habitual que provoca el hundimiento de precios, se produce precisamente en una época en la que debido a la crisis sanitaria del Covid-19, países como India, que eran importantes compradores de almendra de EE.UU., han cerrado sus fronteras a las importaciones. Además, la cosecha en la Comunitat Valenciana ha sufrido mermas de producción de hasta el 50% en algunas zonas de la Serranía. Este descenso es consecuencia del exceso de lluvias que provocaron la proliferación de hongos que alteraron la floración.
Ante esta situación, AVA-ASAJA recuerda que los productores de almendra valencianos cumplen con todas las garantías de seguridad alimentaria que marca la Unión Europea y que los costes de producción de California no son equiparables a los de la Comunitat Valenciana, puesto que cuentan con grandes extensiones de terreno muy mecanizadas que contrastan con la estructura minifundista que predomina en el territorio valenciano. A ello se suma la falta de relevo generacional, el abandono de los campos por la falta de rentabilidad y la proliferación de plagas y enfermedades como son la avispilla del almendro o la Xylella fastidiosa. Asimismo, cabe recordar que los agricultores españoles no cuentan con las mismas armas para poder combatirlas, ya que en EE.UU. se utilizan materias activas que en la UE están prohibidas.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, subraya que “las alteraciones del funcionamiento del mercado a nivel global por la crisis de Covid-19 han derivado en que EE.UU. busque el camino más fácil y envíe su exceso de almendras a Europa. A ello se suman los problemas colaterales que tiene la agricultura valenciana, pero la almendra valenciana cuenta con una mayor calidad que la estadounidense y debe tener un precio digno acorde a sus características. Por este motivo, desde nuestra organización reclamamos a la gran distribución y a todos los miembros de la cadena alimentaria que prioricen la almendra autóctona frente a la foránea”.
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