La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) solicita al Gobierno que exceptúe de la obligación de cumplimentar el cuaderno digital de explotación a las fincas que tengan igual o menos de 15 hectáreas de regadío e igual o menos de 30 hectáreas de secano o que toda su superficie esté dedicada a pastos. Asimismo, pide que la entrada en vigor se retrase al 1 de enero de 2026 (al ser la fecha máxima establecida por la Unión Europea) y que la Administración aproveche este periodo transitorio para realizar un plan formativo a los agricultores y ganaderos, facilitar medios digitales e identificar los organismos oficiales que podrán prestar la cumplimentación del cuaderno digital.
Esta
es una de las principales alegaciones que la organización presidida por Cristóbal
Aguado ha presentado al proyecto de Real Decreto por el que el Gobierno plantea
modificar diversos reales decretos dictados para la aplicación en España de la Política
Agrícola Común (PAC).
La
asociación asimismo propone que la obligación de contar con un asesor en gestión
integrada de plagas (GIP) sólo recaiga en explotaciones de más de 15 hectáreas
de regadío y 30 hectáreas de secano, ya que “sería inviable técnica y económicamente
para los pequeños y medianos agricultores”.
Aguado
añade que “si la Conselleria de Agricultura fuera capaz de establecer una red
de avisos sobre la evolución de todas las plagas y enfermedades por comarcas y
el Ministerio la considerara como referencia, ya no haría falta que fuera el asesor
de cada agricultor quien hiciera un montón de visitas a las parcelas, con los sobrecostes
inasumibles que ello generaría”.
El
dirigente agrario también insta a poner a disposición del sector un equipo de la
Administración para asesorar en caso de dudas (cómo aplicar varias materias activas
en una sola pulverización que puedan exigir distintos volúmenes de caldo, identificación
del estado fenológico del cultivo, etc.), preferentemente en las oficinas comarcales
agrarias, si bien propone también en las organizaciones agrarias y cooperativas
en caso de considerarlas y financiarlas como entidades colaboradoras de manera
oficial. “La Conselleria debería plantearse este tema y trasladarlo a Madrid, pues
hay otras regiones con mucho minifundio. Y si Madrid no hiciera caso, nos plantearíamos
la desobediencia, no cumplimentar el cuaderno digital, no porque no queramos,
sino porque no podemos”, advierte Aguado.
AVA-ASAJA
también aboga por flexibilizar ecoregímenes. En primer lugar, solicita incluir un nuevo ecoregimen
denominado laboreo superficial con los importes similares a la agricultura de
carbono y agroecología: rotaciones y siembra directa.
Además,
con el objeto de controlar las malas hierbas, propone que se puedan realizar labores
superficiales en los cultivos herbáceos a partir de la fecha de recolección y tratamientos
agrícolas en las tierras de barbecho entre los meses de abril y junio.
Respecto
a la ayuda asociada a los productores de frutos secos, que en la Comunitat
Valenciana sólo se destina al sur de Alicante por riesgo de desertificación y con
pendiente superior al 10%, AVA-ASAJA solicita que se incluyan otras comarcas como
Los Serranos, Utiel-Requena, el Alt Palància o el Baix Maestrat.
Finalmente,
AVA-ASAJA reitera su reivindicación de reducir la burocracia a efectuar por los
agricultores y ganaderos (fotografías georreferenciadas y, en el caso de los
ganaderos, también información de dispositivos de geolocalizacion animal) de forma
que sea la propia Administración a través de sus medios digitales la que pueda realizar
estas comprobaciones.
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