03.03.2020.-
Luis Ibáñez| La brusca caída de las temperaturas que se está produciendo
preocupa a los agricultores cultivadores de almendros de las comarcas de
Requena-Utiel, el Valle de Ayora y en la Hoya de Buñol, debido a que las
almendras se encuentran en una fase muy sensible al frío. Las almendras están
abandonando las flores y quedan más desprotegidas de las bajas temperaturas.
El
ciclo productivo de los almendros se había adelantado por las altas
temperaturas de febrero y las almendras todavía dentro de las flores se habían
adaptado al ambiente con ausencia de frío. Por este motivo los agricultores
consideran que “el brusco descenso de las temperaturas puede afectar de forma
negativa a la próxima cosecha de almendras”.
El cultivo del almendro es el segundo en importancia en la comarca, después de la vid, y la
producción de almendras se aproxima a los 30 millones de kilogramos anuales.