27.12.2017.- Casi cinco titulares (4,55) de explotaciones agrarias de la
Comunitat Valenciana abandonan cada día la actividad según los datos elaborados
por LA UNIÓ de Llauradors a partir de la Encuesta de la Estructura de las
Explotaciones Agrícolas del INE 2016 que se acaba hacer pública. De esa pérdida
diaria, unos tres son hombres y dos mujeres.
El número de explotaciones agrarias en la Comunitat
Valenciana a finales de 2016 era de 111.425 por las 117.480 de finales de 2013
(anterior Encuesta), lo que supone un 5% menos y una pérdida diaria de 4
explotaciones durante este periodo.
En relación a la superficie, en 2016 existían 859.078
hectáreas por 870.440 de 2013, una variación en términos porcentuales del 1,3%
y una perdida diaria de casi 8 Has, fundamentalmente por la falta de
rentabilidad de las mismas.
Por edades, el mayor abandono se concentra en el rango
comprendido entre los 60 y los 64 años y llama la atención -como viene siendo
la tónica habitual- la baja incorporación de personas menores de 30 años a la
actividad agraria, lo que reafirma las continuas peticiones de LA UNIÓ para
incentivar la primera instalación y dotarla con presupuesto suficiente para que
ningún joven se quede por el camino.
De los datos de la Encuesta se desprende así mismo que
existe un elevado número de explotaciones con una reducida dimensión, tanto
territorial como económica, circunstancia que supone uno de los mayores
problemas que afecta al futuro y la competitividad de la agricultura
valenciana.
Sin embargo, si comparamos la Encuesta de 2016 con la de
2013 se atisba un halo de esperanza. La superficie agraria útil media de las
explotaciones con una dimensión económica de entre los 9.600 y los 120.000
euros ha crecido de 9,5 a 9,98 hectáreas. Se deduce así que las explotaciones
con una dimensión territorial y económica mayor en manos de profesionales
presentan una mayor capacidad de adaptación y resistencia ante los cambios.
El aumento del tamaño de las explotaciones se está
produciendo principalmente por la de cesión de parcelas de personas que ceden
su actividad agraria (debido a la falta de rentabilidad de las mismas) a
personas que se dedican profesionalmente a la agricultura.