Tras
el cierre del plazo de presentación de la Solicitud Única de este año hay un
total de 61.200 solicitudes presentadas, casi un 15% menos que en 2016 cuando
se registraron 71.631, por lo que la Política Agrícola Común actual deja sin
ayudas a otros 10.000 agricultores valencianos.
Un
informe de LA UNIÓ señala que en 2013 se presentaron en el territorio valenciano
un total de 91.702 expedientes. Año tras año han ido cayendo: 86.575 en 2014,
80.781 en 2015, 71.120 presentados en 2016 y 61.200 en 2017. Un global de
30.502 solicitudes menos se han presentado en el periodo estudiado. En términos
porcentuales desde el año 2013, último año efectivo de la antigua PAC, hasta
este año el número de perceptores ha bajado un 33%. La Comunitat Valenciana es
dónde mayor caída de solicitudes presentadas hay de todo el Estado.
Una
de las principales causas de esta importante pérdida de beneficiarios y
hectáreas solicitadas de las ayudas comunitarias es el minifundismo existente y
en consecuencia de ello la nefasta decisión acordada en la conferencia
sectorial de Agricultura de julio de 2013 por el Ministerio de Agricultura y
las comunidades autónomas por el cual aquellos expedientes con un importe
inferior a 300 euros quedaban progresivamente fuera del acceso a la ayuda. Esta
situación contó con el beneplácito del anterior equipo de la Conselleria de
Agricultura y ya fue denunciada por LA UNIÓ en reiteradas ocasiones porque
perjudicaba directamente a la agricultura valenciana por encima del resto de
comunidades autónomas, tal y como ahora ya se puede comprobar con los datos que
ya auguraba esta Organización Profesional Agraria.
Este
año la PAC eleva ya de 200 a 300 euros el umbral mínimo para percibir pagos. La
caída de solicitudes se viene produciendo desde 2014, año previo a la actual
PAC 2015-2020, por el efecto de ese incremento del umbral mínimo de pagos
directos (100 euros en 2015, 200 en 2016, y 300 en 2017).
La
actual PAC no responde a las necesidades estructurales ni comerciales del campo
valenciano ni da respuesta a las crisis de mercados y por ello LA UNIÓ aboga
por trabajar conjuntamente para cambiarla a partir de 2020 ante los nuevos
cambios que se prevén, de forma que se apueste prioritariamente por conceder
las ayudas a los agricultores y ganaderos profesionales de todos los sectores,
independientemente de los derechos históricos.
Las
ayudas dejan fuera año tras año a numerosos agricultores de la Comunitat
Valenciana por el aumento del umbral, pero además no entran tampoco ni los
productores de hortalizas ni los de frutas, por lo que existe una clara
discriminación entre sectores y territorios.
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