20.04.2017.- Todos los ayuntamientos del Valle de Ayora y el Rincón de
Ademuz han conseguido concluir en plazo las 26 actuaciones realizadas con cargo
al primer Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles (PIFS), con un nivel
de cumplimiento del 100%. El PIFS fue un programa de ayudas a los municipios
que el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, creó nada más
acceder al cargo con los 70 millones de euros de remanente no gestionados por
parte del anterior equipo de gobierno provincial para que, en lugar de acabar
en los bancos, se invirtiera directamente en el bienestar de los valencianos y
las valencianas.
Esta decisión supuso para los 7 municipios de cada una de
las comarcas una inyección adicional de 835.000 euros con la que poder llevar a
cabo aquellas obras que consideraban necesarias para mejorar la calidad de los
servicios e infraestructuras del municipio, pero que inicialmente se habían
quedado fuera de sus presupuestos por falta de disponibilidad económica, pese a
tratarse en muchos casos de reivindicaciones históricas.
Los ayuntamientos tuvieron un primer plazo de apenas dos
meses, entre octubre y diciembre de 2015, para presentar los proyectos y, una
vez adjudicadas las obras, disponían de tiempo hasta el 31 de diciembre de 2016
para ejecutarlas, con un plazo adicional de 10 días para justificar que se
habían realizado y pagado. Todo un reto para la Diputación y para los
consistorios que, pese a lo ajustado, se ha saldado con un 100% de ejecución.
En palabras de Rodríguez, “este nivel de ejecución, similar en todas las
comarcas valencianas, demuestra el potencial del municipalismo y que la
maquinaria institucional puede dar una respuesta rápida a proyectos que merecen
la pena”.
Los 350.000 euros invertidos a través del PIFS en los 7
municipios de El Valle de Ayora y los
485.698 distribuidos en otros tantos municipios del Rincón de Ademuz han
servido para mejorar el asfaltado de las calles, las redes de agua potable, las
canalizaciones para evitar inundaciones o la accesibilidad de las aceras y los
edificios públicos, pero también para rehabilitar escuelas y centros sociales,
adecuar instalaciones deportivas o mejorar el equipamiento y los servicios en
general de los ayuntamientos y municipios.
Por tipos de inversión, de las 13 actuaciones realizadas en
El Valle de Ayora destacan las intervenciones destinadas a mejorar las redes de
abastecimiento de agua y de saneamiento, que han supuesto un 38%, y las
llevadas a cabo en la vía pública, que representan el 31%, entre reurbanización
y asfaltado de calles y actuaciones en
zonas verdes. El resto de obras se han centrado en el desarrollo o mejora de
equipamientos culturales, sociales y administrativos.
En El Rincón de Ademuz, donde también se han llevado a cabo
un total de 13 actuaciones, el 54% se han destinado a la rehabilitación y
adecuación funcional y en materia de accesibilidad de instalaciones y
edificios, así como a la intervención en equipamientos deportivos y sociales. El
resto de actuaciones se distribuyen a partes iguales entre intervenciones en
redes de abastecimiento y saneamiento de agua y obras de reurbanización de
calles.
En resumen, “actuaciones que escapan del concepto de obras
faraónicas de otra época y se centran en resolver problemas reales de los
ciudadanos, en muchos casos reivindicaciones de los ayuntamientos que llevaban
años sin atenderse, bien por falta de recursos o simplemente por desinterés”,
explica el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez. “Lo más destacado del
PIFS es que, más allá de las buenas intenciones, hemos conseguido pasar de las
palabras a los hechos y, además de conceder a los alcaldes y alcaldesas la
autonomía para decidir las inversiones, se ha logrado que esas inversiones se
ejecuten y hoy sean realidades que pueden disfrutar los vecinos de los
municipios valencianos”.