24/02/2017. Un total de 1.381
personas mayores que viven solas o están en situación de dependencia cuentan
con atención sanitaria ‘a un botón de distancia’ en los municipios del interior
valenciano, gracias al servicio de Teleasistencia de la Diputación de Valencia,
que permite mantener la autosuficiencia en el hogar a las personas de más edad
y en muchos casos con movilidad reducida. “Cada etapa de nuestra vida tiene unas
necesidades diferentes y, cuando llegamos a cierta edad, las limitaciones
físicas y la inseguridad de estar solos en casa nos preocupa y también a
nuestras familias y este servicio se revela como una de las mejores opciones
para garantizar una mayor seguridad, así como mayor independencia y
tranquilidad”, señala la diputada de Salud, Bienestar Social y Educación, Mercedes
Berenguer.
De
las cinco comarcas de interior, Requena-Utieles, con 588, la que cuenta con un
mayor número de usuarios, seguida de La Hoya, con 342, y Los Serranos, con 236.
En El Valle utilizan este servicio 177 personas y en El Rincón, 38. De los 51 municipios
que integran estas comarcas, sólo dos, Higueruelas y Puebla de San Miguel, no
cuentan con ningún usuario activo.
Los
dispositivos del servicio de Teleasistencia, que la Diputación ofrece a los
municipios a través de Atenzia, son unos terminales sencillos que se instalan
en el domicilio de las personas solicitantes, de manera que un transmisor
acoplado a la línea telefónica les conecta con la central.“De esta manera, solo
pulsando un botón, se movilizan los recursos sanitarios, sociales y/o familiares
necesarios para superar cualquier obstáculo que se nos plantee en la vida
diaria”, resalta Berenguer, para quien el objetivo es “que las personas mayores
se sientan independientes y, al mismo tiempo, puedan conseguir ayuda en
cualquier momento”.
Solo
en 2016, el ente provincial dio de alta 2.236 dispositivos nuevos, elevando a
15.592 la cifra global de usuarios en las comarcas valencianas, exceptuando
Valencia ciudad. En términos económicos, la Diputación de Valencia destinó el
año pasado 2,1 millones a este servicio, que se acopla a la línea telefónica
para conectar a sus usuarios a una central receptora de alarmas con tan solo
pulsar un botón.De esta manera, los vecinos de más de 65 años que viven solos o
están convalecientes tienen garantizada atención sanitaria profesional ante
cualquier emergencia las 24 horas del día y los 365 días del año, lo que
contribuye a su tranquilidad y una mayor independencia a la hora de vivir en su
domicilio.
Según
explica Esperanza Vidal, directora territorial de la empresa prestataria del
servicio, Atenzia, el 80% de los usuarios son mujeres, y más de la mitad (60%)
tienen edades comprendidas entre los 80 y los 90 años. No en vano, el perfil
mayoritario de los usuarios de la Teleasistencia es el de una mujer de entre 75
y 89 años, generalmente viuda, que vive sola y tiene ciertas dificultades de
movilidad.
Monitorización
complementaria del hogar
En
el Centro de Atención de Atenzia en Valencia, una veintena de profesionales
reciben las llamadas y también las realizan, según la situación de los usuarios.Además
de este servicio básico de Teleasistencia, el Área de Bienestar Social de la Diputación
de Valencia completa su oferta con dispositivos “periféricos”, equipos que se
instalan en los domicilios de los usuarios en adición al terminal habitual en
función de las circunstancias especiales de cada persona y que monitorizan el
entorno para garantizar la atención en caso de emergencia.
Estos
dispositivos han permitido en muchos casos evitar situaciones de peligro,
puesto que detectan tanto la acción –humo, fuego, gas- como la inacción –falta
de movimiento o inactividad- y envían una señal al terminal de Teleasistencia,
que entra en contacto con el centro de atención.
“Ese
valor que empieza a ser reconocido del hogar como espacio referente para un
buen envejecimiento es un elemento imprescindible para que la sociedad aprenda
a contemplar a los mayores como personas capaces de organizar su vida mientras
siguen viviendo en un entorno conocido y confortable, como es su casa”, concluye Mercedes Berenguer.