El plan contempla servicios AVANT en el trazado que une Cuenca con Madrid y Albacete con bonos recurrentes para viajeros; y la ampliación de autobús que actualmente presta servicio sustitutivo a los servicios ferroviarios entre Aranjuez y Utiel, suprimiendo de forma definitiva la línea convencional.
Desde el Ministerio de Transportes justifican la decisión en que la línea "no puede dar respuesta satisfactoria a las necesidades de movilidad de los ciudadanos". Y ofrecen cifras del coste de mantener la histórica línea por Cuenca: por cada viajero que usa este tren convencional entre Aranjuez y Utiel el Ministerio de Transportes paga a Renfe 123 euros por ser un trayecto de "obligación de servicio público" (OSP), lo que supone 9,85 millones al año, a pesar de que solo hay 37 viajeros por tren. Frente a este coste, los datos que ofrece el Ministerio de Transportes sobre la línea de alta velocidad es que cada viajero cuesta 11,4 euros (90.000 euros al año) del AVE Madrid-Cuenca.
Una decisión que no ha sentado nada bien a Inma Alemany, alcaldesa de Camporrobles. En declaraciones a Levante-EMV afirma que "es una sensación de derrota, se espera que tras este plan que afecta a todos los municipios se estudie caso por caso, pero lo que vi es que es una decisión tomada e irreversible", lamentó Alemany.
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