03.04.2020.- La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama a la Generalitat Valenciana y al Ministerio de Agricultura que pongan en marcha un plan de auxilio, dotado con ayudas que cubran al menos los costes de producción, destinado a paliar los graves perjuicios económicos de los sectores agrícolas y ganaderos castigados por la crisis del Covid-19.
Según las primeras estimaciones de la organización, las pérdidas del sector agrario valenciano ya ascienden a más de 20 millones de euros, si bien esta cifra puede verse ampliamente superada en los próximos meses en caso de mantenerse los actuales problemas de comercialización. Las ganaderías de ovino y caprino, tanto de carne como de leche, las reses bravas, algunas hortalizas de temporada y el sector de la planta ornamental y la flor constituyen las producciones más afectadas por los efectos de la pandemia.
En el caso de la ganadería, la situación resulta dramática en muchas explotaciones de ovino y caprino ante la imposibilidad de dar salida comercial debido al cierre de la restauración, del turismo y de canales de proximidad, sobre todo los mercados ambulantes que decenas de ayuntamientos valencianos mantienen cancelados pese al permiso de la Delegación del Gobierno. Las pérdidas superan, por el momento, los 5 millones de euros en una época que habitualmente registra un elevado consumo por las fiestas de Pascua. AVA-ASAJA solicita, además de ayudas inmediatas, primar el almacenamiento privado, es decir, congelar la producción que no pueda absorber el mercado y sacarla cuando la coyuntura se estabilice. También pide la compra masiva de producto por parte de las administraciones a fin de aprovechar estos alimentos entes públicos como los hospitales, el ejército, las residencias, etc.
Los ganaderos de reses bravas pierden ya más de 500.000 euros pero el impacto puede resultar demoledor, con el cierre de la mayoría del centenar de explotaciones valencianas, si los festejos de ‘bous al carrer’ se mantienen suspendidos hasta el año que viene, pues esa actividad es la fuente del 99% de los ingresos anuales.
Hortalizas de temporada como alcachofas y verduras orientales también están padeciendo una caída estrepitosa de la demanda por los canales de venta de proximidad. Solo en lo que llevamos de estado de alarma, los horticultores valencianos acumulan unos cinco millones de impacto negativo. En lo que respecta a otros sectores como el vino y la horchata, también se detecta una parálisis de la demanda que extiende la preocupación entre los productores.
Por su parte, los viveros de la Comunitat Valenciana suman hasta el momento diez millones de pérdidas a causa del cierre del mercado español y de la brusca cancelación de pedidos internacionales precisamente durante la época del año en la que generan el 75% de su facturación. AVA-ASAJA, junto a su entidad asociada ASFPLANT (Asociación Profesional de Flores, Plantas y Tecnología Hortícola de la Comunidad Valenciana), reiteran la necesidad de que la legislación incluya a las plantas ornamentales y a las flores como productos de primera necesidad, lo que permitiría venderlas antes de que sigan marchitándose en las instalaciones.
Asimismo, AVA-ASAJA se dirige a las cadenas de la distribución alimentaria con el objeto de solicitarles su involucración para que adquieran con carácter prioritario productos nacionales que están atravesando dificultades extraordinarias, pongan en marcha promociones con estos alimentos autóctonos y limiten las importaciones durante estos momentos.