11.12.2019.- El Servicio de Certificación de la Denominación
de Origen Utiel-Requena ha presentado el informe anual con las características
de la cosecha 2019, en el cual se indica que se han recolectado 212 millones de
kg de uva en la D.O. Esto supone un descenso en torno al 5% con respecto a la
vendimia 2018. Ha habido mermas en todas las variedades, salvo en la variedad
Bobal, que ha tenido un incremento del 2% con respecto a la pasada temporada.
En el análisis de la climatología, “ha sido un año
ligeramente más lluvioso que la media, con 433 l/m2 (la media son 390 l/m2).
Destacan los meses de octubre de 2018 y de abril de 2019, que fueron muy
lluviosos”. Esto dio soporte hídrico a la brotación, el crecimiento y
maduración de la uva.
En cuanto al ciclo vegetativo, “la brotación fue algo más
retrasada de lo normal debido a que el mes de abril fue lluvioso y fresco”.
Esta comenzó a principios de mayo y de manera homogénea y con buen desarrollo,
sin heladas primaverales. El envero se retrasó un poco respecto del año
anterior, aunque dentro de lo normal (primeros-mediados de agosto). La
maduración fue lenta, alargándose hasta mediados-finales de septiembre.
El verano, algo seco al principio y no excesivamente
caluroso, provocó un retraso de la maduración. La vendimia de variedades
blancas para vino tranquilo comenzó en la zona más cálida a mediados de
septiembre. Y las bodegas, en general, esperaron para vendimiar las uvas tintas
a la tercera y última semanas de septiembre. La vendimia se alargó hasta
mediados-finales de octubre, ya en la zona más alta. En cuanto a la sanidad de
la uva, la cosecha entró en bodega en buen estado fitosanitario.
Así, el presidente de la DO Utiel-Requena, José Miguel
Medina, concluye que “con estos datos y gracias a la labor de viticultores,
enólogos y bodegueros, conseguiremos unos excelentes vinos en esta cosecha”.