02.09.2018.- El diestro de Requena desorejó al segundo de su
lote tras una buena actuación rubricada con una sensacional estocada
Jesús Duque sorteó un deslucido lote de Gregorio Garzón
Valdenebro que dio escasas opciones de triunfo de no ser por la entrega y
disposición del diestro. Su primero fue muy desrazado y sin fuelle para seguir
los engaños. Duque estuvo en todo momento muy por encima de su oponente al que
hubiera cortado un trofeo de no haber fallado con los aceros.
El segundo de su lote fue el más serio de la corrida, un
toro con calidad pero incapaz de prolongar sus arrancadas. Duque se mostró
firme y con sitio consiguiendo buenos muletazos por ambos manos para después
meterse entre los pitones cuando no podía hacer otra cosa. Mató de una
sensacional estocada para sellar una actuación que en su conjunto le valieron
las dos orejas.
Román, quien está protagonizando una importante campaña, en
la que no ha faltado su presencia en plazas como Valencia, Sevilla, Madrid,
Alicante, Santander, Pamplona y Bilbao entre otras. El rubio coletudo liceísta
de Benimaclet no tuvo posibilidades de lucimiento ante su inválido primero,
frente el que no pudo sino andarle por delante
y matarlo con prontitud.
Y muleteó en medio de las tinieblas, al no encenderse las luces de la plaza al
sexto, en un trabajo que prologó de
rodillas en el platillo de la plaza. Esforzado, enfibrado y resolutivo, abrochó
la obra pegándose un arrimón que le valió para arrancar una oreja de ley.
Completó el cartel la rejoneadora francesa Lea Vicens que exhibió
una más que notable cuadra de caballos y una excelente monta. Con todo, anduvo
algo errática al clavar banderillas y rejones a su primero, en una labor que
remató de un rejón que despenó a su oponente. A mayor altura rayó su actuación
ante el cuarto, en un trabajo en el que sobresalió cabalgando a dos pistas y al
clavar al quiebro. Falló con el rejón de muerte. Brilló sobre todo a lomos
de Bético, Gacela, Espontáneo y Deseado.