01.02.2018.- La reforma de la Política Agraria Común (PAC),
aprobada para el período comprendido entre los años 2014 y 2020, está
resultando sumamente negativa para los intereses de los agricultores
valencianos si se observa la evolución a la baja que ha experimentado el número
de beneficiarios de las ayudas del llamado pago directo (antes pago único)
desde la entrada en vigor de la mencionada modificación legislativa. Así,
durante los últimos tres años la tercera parte de los potenciales receptores en
la Comunitat Valenciana de este tipo de subvenciones se ha visto paulatinamente
excluida de las mismas, tal como se desprende de los datos oficiales al
respecto.
La Conselleria de Agricultura acaba de publicar la orden de
convocatoria de ayudas por el pago único para este año y en sus previsiones
fija la cifra de posibles solicitantes en unos 60.000, cuando en 2014 -según
los cálculos del Ministerio sobre la aplicación del régimen de pago único
correspondientes a ese mismo año- el número total de beneficiarios valencianos
ascendía a un total de 91.296, de manera que uno de cada tres agricultores
valencianos, de entre los que en el primer momento de la reforma de la PAC
tenían posibilidades de acceder a esta ayuda, se ha quedado sin poder percibirla.
El motivo que explica lo sucedido se encuentra en el hecho
de que la ya aludida modificación de la PAC introdujo nuevos criterios de
reparto en el pago único. Concretamente estableció, basándose en la superficie
de cultivo de los solicitantes, una cantidad mínima en la cuantía de la ayuda
para poder acceder a la misma y que fue pasando de manera gradual y durante los
últimos tres años de 100, a 200 y 300 euros fijados como límite definitivo en
2017. Dicho de otro modo, que ya no pueden tramitarse ayudas de pago único por
un valor inferior a los 300 euros, lo cual supone que unos 30.000 posibles
beneficiarios valencianos se han ido quedando definitivamente marginados de
este tipo de apoyo público.
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores
(AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, considera que "se trata de una muestra más
de que la PAC no responde en absoluto a las necesidades de la agricultura
mediterránea. Está pensada para otra clase de cultivos y en este sentido hay
que subrayar que, incluso antes de esta pérdida de beneficiarios, el pago
directo no incluía ni a los frutales ni a las hortalizas y dejaba fuera a la
mayor parte del viñedo. Tal como está concebida la PAC, el 50,4% de la
superficie agraria de la Comunitat Valenciana, es decir, algo más de 334.000
hectáreas no percibe ningún tipo de ayuda directa procedente de Bruselas".
Además, el máximo
responsable de esta organización agraria advierte que "en la nueva reforma
que ha comenzado a plantearse se mantiene la marginación de los cultivos
mediterráneos y sigue sin hablarse de las medidas de mercado que reclamamos.
Ante esta perspectiva que nadie se extrañe si entre los agricultores
valencianos sigue creciendo el euroescepticismo".